Sentirse balanceado es experimentar una sensación de equilibrio, armonía y bienestar en todos los aspectos de la vida. Se caracteriza por una percepción de satisfacción y plenitud en las áreas física, emocional, mental y espiritual. El balance puede ser alcanzado mediante la atención consciente a las propias necesidades, la gestión eficaz del tiempo y el establecimiento de límites saludables.