La frustración es una emoción que surge cuando uno se siente impedido o incapaz de alcanzar una meta o satisfacer una necesidad. Se caracteriza por sentimientos de impotencia, irritabilidad o descontento, y puede estar acompañada de una sensación de fracaso o estancamiento.
Identificar el origen: Reconocer la causa subyacente de nuestra frustración nos ayuda a comprender mejor la situación y a encontrar soluciones efectivas para abordarla.
La frustración siempre es negativa y no tiene ningún propósito.
Las personas que se sienten frustradas son débiles o incompetentes.
La frustración siempre lleva a comportamientos destructivos.
La frustración puede ser una señal de que es necesario cambiar de enfoque o estrategia.
Aprender a manejar la frustración puede aumentar la resiliencia y la capacidad de enfrentar desafíos.
La expresión saludable de la frustración puede llevar a soluciones creativas y constructivas.
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